sábado, 1 de mayo de 2010

UNA ESPIGA

Una espiga dorada por el sol,
el racimo que corta el viñador,
se convierten ahora en
pan y vino de amor, en el
Cuerpo y la Sangre del Señor.

Compartimos la misma Comunión
somos trigo del mismo sembrador,
un molino, la vida nos
tritura con dolor, Dios
nos hace Eucaristía en el amor.

Como granos que han hecho
el mismo pan, como notas que
tejen un cantar, como gotas de
agua que se funden en el mar,
los Cristianos un Cuerpo formarán.

En la mesa de Dios se sentarán,
como hijos su pan comulgarán,
una misma esperanza
caminando cantarán, en la vida
como hermanos se amarán.




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